Estoy completamente convencida que en mi cabeza, mi yo interno aún
tiene 18; tal vez 19; en serio…hace 14 años que no tengo 18 y mi cerebro parece
no superarlo, no es algo consciente, no es algo que busque para mantenerme
joven, es sólo que si me hubiesen preguntado a los 18 como me vería a mi misma
en mis 30’s no me hubiera pasado por la cabeza ser quien soy ahora, por eso es
malo eso de andarse programando, uno no sabe lo que le espera, uno no tiene ni
idea de cómo se van a desenvolver las cosas, uuuuffff menos mal que nunca me
predispuse a nada porque estaría pegándome contra las paredes.
Y es que desde los 16 te preguntan que carrera querés estudiar, qué
querés hacer el resto de tu vida, es más, te hacen un extenso examen de
aptitudes que te dice para que sos o no sos bueno, con ese examen en mano, tu
promedio (Ay ay ay las matemáticas) y el dinero de la matrícula en mano,
decidís con la madurez característica de los 16, cual va a ser tu modo de
ganarte la vida; igual a esa edad podés elegir presidente (¿Habrase visto?)
pero no podés tomar un trago legalmente (Vivimos en un mundo totalmente
ilógico) Demando que se pueda tomar a los 16, es más…demando que podás votar
tomado desde los 16! Jajajaja no es cierto, bueno más o menos.
Pero volviendo al tema, a mi me salió humanidades, lo que me
pareció perfecto porque según yo quería estudiar derecho y cambiar el mundo, a
pesar que siempre detesté la política ¿Publicidad? Nunca me pasó por la cabeza,
hasta que empecé a tener mis dudas acerca de los resultados, no es que
estuvieran del todo mal, siempre he tenido una inclinación por las carreras
humanas, pero da la casualidad que ésa era la especialidad de la universidad
que suministraba los exámenes, que además seguía la misma línea del colegio
donde estudié y donde tengo gratos y no tan gratos momentos; entonces se me
empezó a mover el piso.
La mitad de mi generación seguiría la línea del colegio, por ende
estudiar allí significaría una secuela de un episodio que esperaba ya
terminara, no es que no me gustara el colegio, lo amé, pero quería pasar la
página, quería ampliar mis horizontes, conocer gente nueva y olvidarme de
conflictos que databan del 4to grado y eso revolucionó todos mis planes, no
tuve la suerte de irme fuera a estudiar, no alcanzaba para tanto, así que esa
no era una posibilidad, por lo que yo, que durante toda la secundaria me imaginé
con mi traje de sastre, como doctora en derecho; cambié todo el último mes del
último año, me decidí por Publicidad y ahí empezó la locura.
Cuando dije en mi casa que no me iba a matricular en derecho mis
padres estaban felices, mi papa porque por escasos 15 segundos se aferró a la
idea que iba a estudiar Medicina, carrera que quería para él, pero que por
cosas de la vida no pudo elegir, sin embargo él nunca me lo dijo, me lo confesó
mi mama cuando yo misma coqueteé con la idea, todo esto antes de casi
desmayarme en la morgue en la visita guiada que daba la universidad y ella, mi
mama que conocía todo el porqué detrás de la decisión, me apoyó totalmente,
porque los papás tienen esa mala costumbre de apoyarte siempre.
Decidí por la publicidad y no sólo metí los pies en el agua, sino
que me empapé toda y me encantó, conocí gente nueva, gente que aún tengo en la
lista de mis amigos cercanos y conseguí mi primer trabajo que luego me abrió
muchas puertas, todo gracias a trabajo duro y a la oportunidad que me brindó un
profesor muy querido, que vio potencial en mi y que hoy 12 años después, tengo
entre mis más preciados amigos.
Pero ¿Porqué digo que tengo 18 en mi cabeza? Porque el tiempo pasa
demasiado rápido y uno no se da cuenta, porque la paso demasiado bien haciendo
mi trabajo, porque me divierte y a veces siento que es hasta ilegal tener tanta
suerte, no cambio ninguna salida a las 5 p.m. por mis converse en media semana
si así me da la gana, por una filmación que se alargó hasta el día siguiente o
por una semana de desvelos montando algún evento, porque siento que me falta
muchísimo por aprender, tal como si fuese el primer día y me entusiasma.
Tal vez si fuese abogada mi destino sería otro, tal vez ya sería
toda una señora de 32 años, con hijos y muy seria con mi traje de sastre, digo
esto porque muchos “le echan la culpa” de mi soltería a mi elección
profesional, por mis horarios locos, pero no se preocupen porque seguro sería
una loca peleando porque pasaran una ley en la asamblea, si, seguro esa sería yo, la
loca que sale en el noticiero de las 9 gritando que no consiguió suficientes
votos.
Por el momento, soy la maje que aún no tiene hijos porque en el fondo aún tiene 18 y todavía no
tiene la madurez emocional para hacerse cargo de otro ser humano para toda la
vida. Así que por ley, me declaro publicista, soltera por decreto y veremos donde me llevan las decisiones que aún me faltan por tomar en la vida.
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