miércoles, 2 de enero de 2013

Mami quiero dormir en tu cama


Mami, hace 20 días cerraste los ojitos y no los volviste a abrir a pesar de mis súplicas, 20 días y parece que fue hace 20 minutos y una eternidad al mismo tiempo.

Quiero quedarme en tu cama, acurrucarme y llorar todo el día, pero me hace falta que me acariciés el pelo, que me pasés la mano en la cara, que me digás “negrura” y me besés la cabeza.

Quiero dejar de llorar y no puedo, si logro dormir, apenas me despierto me hace falta meterme debajo de tu brazo y pelearme por el control de la tele, me hace falta que me digás “peinate” antes de irme al trabajo y que salgás a despedirme; “Que Dios me la lleve con bien” esas siete palabras mágicas que daban inicio a mi día.

En el día estoy bien; si a esto se le puede llamar así, aunque me hace falta tu llamada ocasional para contarme un chisme de un artista mexicano, mientras yo estoy en medio de una reunión de trabajo.
 

La noche es la más difícil, sentarme a comer a tu lado en la cama y contarte mi día, preguntar por el tuyo y discutir porque vos decís que no como bien y porque yo tengo mil argumentos para decirte que si, que como y que a veces como demasiado.

No puedo dormir, me hace falta mi “Buenas noches mi amor” y mi beso de despedida con tu boca recién pintada, porque tenés la manía de pintarte en la tarde-noche. Es que tenés…Es que tenías; todavía hablo en presente de vos, no me acostumbro y le pido a Dios que me despierte, que estoy soñando o le pido que de plano me deje soñar y que pueda verte de nuevo; no es fácil esto de estar sin tu mejor amiga, sin la persona que más te va a amar en la vida, sin la otra mitad de tu corazón.

Te hablo y pienso lo que me responderías, te escribo porque sino siento que me voy a volver loca, mami ...vos que me ves desde arriba; no dejés que me vuelva loca, al menos no más de lo que ya estás –me responderías-

La gente me pregunta si estoy bien, miento y digo que estoy mejor, cuando en realidad me duele el corazón entrar a tu cuarto, ver tu ropa y tus “menjunjes” vos y tus palabras sacadas de quién sabe donde.

La gente insiste en querer llevarme a pasar tiempo con sus familias, ¿Qué no saben que cada vez que alguien dice “mama” yo vuelvo a ver y muero de envidia? ¿Qué no saben que ellos están bien y felices porque están con SUS familias? Yo me quedo con la mía, rota, dolida, más chiquita, pero es mía y entienden que necesito llorar todo el día, que cocino como loca para mantenerme ocupada y que aún no puedo hablar de vos sin empezar a llorar.

¿Y cómo se puede estar bien? si te extraño, si me dan unas ganas horribles de abrazarte, de besarte o simplemente de agarrar el teléfono y llamarte para contarte que voy a llegar tarde del trabajo y pienso en todo lo que no te voy a contar, ahora no vas a conocer al que va a ser el hombre de mi vida, el que te va a regalar los 20 nietos que tanto querías y que ibas a malcriar, ni yo lo conozco al tipo; pero quería que fueras vos la que lo vieras, que me dijeras que feo es y que me preguntaras de qué me había enamorado de él, no sé si existe, no sé si anda por ahí, pero sé que lo hubieras querido como un hijo.

Recuerdo que una vez me dijiste: “Cuando te casés, me voy a poner la prótesis para llevarte al altar, el resto de la noche voy a andar en mi silla, así que me la arreglás bonita con rosas” Aaaah y que no sea en un lugar frío porque me da mucho frío en la noche.

Todos dicen que estás en un lugar mejor y lo creo, pero no eso no me consuela, aunque tengo 10 mil religiosos tratando de convertirme, pero no me molesta, yo sé que vos siempre supiste que mi relación con Dios es diferente, que no me gustan las iglesias y con amor me decías “Cuando estés lista, vos lo vas a saber”

Ahora esto de que dejés de existir en el plano terrenal es tan difícil, imaginate que hasta para los bancos, las tarjetas, la alcaldía y para todo es un rollo, Ahora ¿Imaginate como es para mi? Tengo ataques de pánico y de ansiedad, al menos eso dice el doctor, dice que estoy bien, me hicieron exámenes de todo, de sangre, de orina, triglicéridos, azúcar, colesterol, presión, lo que querrás, dice él que tengo todos los niveles envidiables y que esa taquicardia y esa falta de respiración son ataques de ansiedad, así que me recetó Rivotril o pastillas para locos como les digo yo, que me dejan la mitad del día estupidizada y la otra mitad dormida.

Mi papa está callado, muy callado, le hace falta tener a alguien a quien llevarle la contraria. Yo por mi lado quiero llorar, quiero patear, quiero gritar y dormir, hoy quiero dormir, estoy cansada, han pasado 20 días y aún quiero quedarme en tu cama, acurrucada, debajo de tu brazo.

Mami te amo y te extraño todos los días.

Foto: Álbum de mi mamá