sábado, 22 de septiembre de 2012

No voy en tren...


Bueno, me acusaron y digo acusaron porque fue más de uno, que el post anterior estuvo muy serio, y ¿Qué me vieron cara de payaso o qué? Jajaja Bueno, a veces soy seria, a veces no, a veces río, a veces estoy loca, a veces lloro y a veces me desahogo en el blog ¡Eeeeeeh tengo mi corazoncito! Como habrán visto hay de todo en este blog y si no les gusta pues no lo lean, de todas formas ya soy rica y famosa jajajaja NOOOOT!

Pero volviendo al post, hoy les quiero contar de algo totalmente superficial, loco y súper random; es que no hay nada más random en la vida que ver a tu crush de la adolescencia 15 años después, un jueves cualquiera en el súper… ese galán de telenovela que te partía el corazón a tus quince, que no te dejaba dormir y que hacía imposible que hicieras la tarea; ahora convertido en un señor con barriga cervecera y cinco cipotes que le cuelgan de las piernas. Jaaaaa Karma bitch!!!! Exagero x4 los cipotes, pero era uno que hacía por cinco.

Y no es por mala onda, pero no puedo evitar bailar en la silla mientras escribo esto y me tiro una malévola carcajada. Buajajajajajajaja JAAAAA-JA

Es en esos momentos cuando uno quiere regresar en el tiempo y decirle a tu yo inseguro y adolescente que todo va a estar bien, que dejés de sufrir por ese idiota que no vale la pena y de paso decirle a esa profesora que si, que te pagan por rayar el cuaderno, ver al icaco e inventar cosas y que además te encanta; conste que siempre fui buena alumna, pero si me cacharon un par de veces rindiéndole honor a la inmortalidad del cangrejo.

No lo tomen a mal, seguro el tipo está felizmente casado, tiene una linda familia en la casa y es feliz con todo y su pancita cervecera, pero en mi mente; después de la imagen que vi;  lo imaginé a él y a todos los infelices que me han hecho sufrir de alguna u otra manera torturados por 20 mini versiones de ellos mismos, con los mismos caprichos, manías y mal humor que yo tuve que soportar, porque si… los hombres nunca saben que hacen mal hasta que alguien les hace lo mismo y es ahí cuando aprenden.

Seguro en el mismo plan andan ellos cada vez que le preguntan a una ¿Cuándo te vas decidir por tener descendencia? Quieren ver a una mini Azalea haciéndome la vida imposible corriendo de arriba para abajo y gritándome en el oído que quiere ochorrocientos mil juguetes.

Pues déjenme decirles que no siempre he sido así de terca y loca, de niña y la mayor parte de mi adolescencia fui muy tranquila, a veces un poco tímida, medio nerd...pero life happens y te cambia, te cambia la gente (Aunque sigo siendo nerd)

Y para los que me desean esa mini Aza con la misma sed de venganza que yo, pues todavía no les doy el gusto buajaja, ahorita estoy disfrutando mi mini-venganza jejeje y para los que me lo desean de corazón y en buena onda se preocupan que me deje el tren, les diré como Charly García, relax…No voy en tren, voy en avión.

Foto: Gettyimages

sábado, 15 de septiembre de 2012

Independiente-Mente


Hoy mi país celebra 191 años de independencia y aunque nos liberamos de un régimen, de alguna u otra forma caemos en otros, este post no es de política, de hecho no me gusta hablar del tema, a pesar que crecí en una casa llena de ella, con una figura pública en la familia,  estuvimos llenos de noticias, de titulares en el periódico, de música de Silvio y Pablo, de retratos del Ché, de sueños de libertad y de revolución.

Heredé muchas cosas de mi padre, sus ojos chiquitos, su caminar a veces altivo, su dedo anular torcido, su carácter endiablado, su amor por la patria y por la libertad, pero no por la política…lo siento papá.

Hoy quiero hablarles no de política o de la patria, sino de otra independencia, algo que no tiene que ver con derecha o con izquierda; bueno… tal vez un poco con la izquierda, pero hablo de la izquierda que late, que se acelera y bombea sangre cuando algo le apasiona, hablo del corazón.

Hace 191 años nos declaramos independientes y hace 55 años votó por primera vez una mujer en Nicaragua, pero las mujeres ¿Somos realmente independientes?

“Que me las pegue, pero que no me deje” Es una frase con la cual a veces nos burlamos y reímos, pero es la realidad de muchas mujeres, subyugadas a maridos abusadores que temen dejar porque no saben que hacer para sobrevivir o porque en el peor de los casos creen que el maltrato es señal de amor.

Muchas no tienen golpes o cicatrices evidentes, porque el maltrato no es físico, sino psicológico, humillaciones públicas, gritos que las van haciendo cada vez más pequeñas por dentro, infidelidades, pero que por la sociedad, el que dirán o el miedo no logran liberarse.

Otras, han dejado todo por los hijos, porque si no es para criar monos, ¿Para qué sirven? Y no es que esté mal si es una decisión que tomaron ellas por su cuenta, no algo a lo que se ven obligadas.

He visto casos de muchas que luchan por su autonomía, que aún saliendo embarazadas hacen la lucha con el sueño, con los antojos, los mareos, las náuseas el exceso de hormonas y el stress normal del trabajo para continuar haciendo lo que les gusta y darles una mejor vida a sus hijos, para ellas mis respetos; sin embargo ¿Cómo ven algunas empresas a estas mujeres? Como no rentables; una vez escuché a un gerente de una empresa refiriéndose a una empleada precisamente con esas palabras “No es rentable”, porque la pobre  había salido embarazada dos veces en menos de 4 años.

Esa frase me hirvió la sangre… tal vez porque vengo de una larga línea de mujeres independientes, María Otilia, Etelvina y Zandra; mi bisabuela, abuela y madre respectivamente; las dos primeras a pesar de la sociedad y del que dirán decidieron dejar a sus maridos que no las trataban bien y sacar adelante a sus hijos, madres solteras por elección… y mi madre que tiene treinta y no sé cuantos años de estar con mi papa, pero que nunca perdió su identidad y su independencia; porque casarse y tener hijos no significa perderse; al contrario, es encontrarse con alguien que quiere compartir tu vida y ser tu par, que aunque no siempre comparte tus ideas, las respeta.

Tal vez por este matriarcado es que amo mi independencia y en nombre de ellas invito a mis amigas de 30’s ,de 40’s, de todas las edades, solteras y casadas…a valorar la suya; les recuerdo que ya sea en el trabajo, en una relación o en una amistad; la co-dependencia no es algo bueno, ya tenemos 191 años de independencia, es hora de practicar un poco de libertad.

Foto: Gettyimages