martes, 15 de abril de 2014

Semana de miedo

Esta vez, no escribiré de mi vida de soltera, aprovecho el blog para desahogarme por los acontecimientos recientes.

Nunca había vivido un terremoto, nací a principios de los 80’s, pero siempre he escuchado “a los mayores” hablar del tema, de cómo en 1972 los tomó desprevenidos una noche de diciembre, algunos dicen que hubieron dos temblores fuertes ese día, para luego el fatídico 6.2 a eso de la media noche, borrando a media ciudad en cuestión de segundos; me puedo imaginar una mezcla intensa de sentimientos, la falta de información, la impotencia, el miedo, los cadáveres que se apilaban en las calles y la incertidumbre, no saber qué hacer ni a dónde ir, casas y lugares de trabajo destruidos, incendios, robos, falta de agua, de luz, hambre y sobre todo miedo.

El jueves pasado el país entero tuvo una sensación inmensa de deja-vú, incluso los que no lo vivimos, un terremoto a las 5:30 de la tarde movió durante 45 segundos nuestra tierra, ¿La escala? La misma de hace 42 años, 6.2; no fue tan funesto como el del 72, dejando esta vez 1 muerto y más de 30 heridos, pero nos llenó de miedo; al día siguiente otro sismo, no relacionado con el primero, pero que nos sacudió nuevamente; esta vez 6.7; seguido de más de 1000 réplicas de baja o mediana magnitud durante la semana y las reacciones no se han hecho esperar; más de 2 mil casas con daños y una población entera que lleva 5 días sin dormir acampando en patios, parques o aceras 

Unos tienen el padrenuestro en la boca, otros aprovechan para hablar de política, algunos empacan sus mochilas de emergencia, otros buscan una excusa para tener el día libre del trabajo y salir por unos tragos y hay algunos que se burlan, si leyeron bien, se burlan ante la tragedia.

No soy partidaria del gobierno y mucho menos de la oposición, me da asco la política, pero considero que esta vez han hecho un buen trabajo, un tanto alarmistas, pero creo que a veces sólo así entendemos para tomar las medidas de precaución, además dos terremotos seguidos si es alarmante y las recomendaciones de tener su mochila de emergencia, mantener la calma y pasar tiempo en familia no me parecen del todo mal; aunque se contradicen un poco con ese que continúa en pie el plan verano, pero bueno eso queda a decisión de cada quien, pero ¿sabían que hay gente (nicas y extranjeros) que hablan sin conocimiento de la situación de la gente más pobre del país?, quienes son siempre los más afectados. Tal es el caso de una cuenta de Twitter que llama insólitas las medidas propuestas.

A mi no me parece insólito, sobre todo cuando he conocido casos de gente que vive a la orilla de un cauce, pero bueno creo que ese tipo de gente tiene que ver más allá de su nariz para darse cuenta que para gran parte de la población su más grande problema no es que está lenta la conexión del Wi-Fi.

También están los imbéciles, si no hay mejor palabra que IMBÉCILES que se burlan de la tragedia, que andan haciendo chistecitos estúpidos de lo que está pasando, si son esos mismos que días antes postearon indignados por los flechazos a un perro, a esos les digo que está bien sentirse mal por el maltrato a los animales, pero ahora estamos hablando de GENTE, de seres humanos, ya se perdió UNA VIDA y a muchos se les ha caído la casa encima, si fuesen ustedes los que perdieran a un ser querido, a su mamá, a su papá, a su abuelita, que sé yo… ¿Les gustaría que hubiera un INSENSIBLE que anduviera buscando como hacer chistecito de su situación ¿No? Pues cállense y punto. Es una cuestión de RESPETO.

Por último a las empresas que no dejan salir a sus empleados y están en situaciones de riesgo, a esos que literalmente enllavaron a la gente en sus oficinas y no las dejaron salir, déjenme decirles una sola palabra: KARMA, ni todas sus obras de responsabilidad social podrán borrar ese acto de inhumanidad.

Para cerrar, aunque ésta ha sido una semana atípica, una semana de miedo; me alegra pensar en las llamadas justo después de cada sismo, que aunque saturamos la red, por instinto llamamos, o chateamos queriendo saber cómo están los que nos importan, eso, el amor vence cualquier semana de miedo.