Una boda, un bebé y un cumpleaños

No creí que mi segunda entrada en el blog fuese tan rápida, pero heme aquí. Día dos. Más calmada, pero aún con ganas de escribir y contarles de mi feliz y loca vida de soltera en mis 30s.

Recién estuve platicando con un amigo muy querido, dentro de poco se casa con su novia, de la que está perdidamente enamorado y quien además está esperando un bebé suyo. Yo estoy inmensamente feliz por mi amigo, no crean que soy enemiga del matrimonio y de los bebés, por el contrario creo que son dos cosas que deben tomarse muy en serio.

No le he contado a mi Mamá, a quien le cuento todo; bueno casi todo... del evento al que estoy por atender, Boda? Bebé? Existe algo más adictivo para una mamá que planear un evento de ese tipo? El vestido, las flores, las invitaciones, la comida... y si se trata de la llegada del bebé... la ropita, los juguetes, el tejido compulsivo de gorritos y suéteres que el bebé usará exactamente 1 día; seguido de la pregunta de cajón...

- Cuándo me vas a dar un nieto?  

Y no es que mi mamá no tenga nieto, tengo un bello sobrino de 10 años, pero estoy convencida que las abuelas son adictas...adictas al olor a colonia Mennen y leche, a pellizcar cachetes inflados y morder pies gordos y chiquitos... a mostrarte y demostrarte de una vez por todas que sólo hasta que tuvieras hijos le ibas a dar toda la razón.

Por lo pronto le diré a mi mamá que voy a un cumpleaños, así ella no se entera, me ahorro la presión familiar y gano tiempo hasta el próximo baby shower.

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