viernes, 23 de noviembre de 2012

Buenas…¿Podés salir a jugar?

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Estimad@s, una buena parte de los hombres no crece; el tiempo pasa, pero no maduran o lo hacen a paso de tortuga. Aunque tengan 20, 30 o 40 son niños en esencia, lo comprobé hace un par de meses, me encontré con otro ex-crush, (siendo este más reciente), beneficio de vivir en un país del tamaño de un frijol jejeje.

Él y yo tenemos varios amigos en común y en un cumpleaños nos juntamos todos en su casa, lugar que sería punto de reunión para la salida de la noche; mientras parqueaba mi carro pensaba en que se me había olvidado por completo porque el tipo me había dejado de gustar, es un chavalo razonablemente guapo, medianamente inteligente, un tipo promedio #goodenough

Llegué y me senté en la sala de la casa a ver la tele mientras él se terminaba de alistar y de repente mi memoria empezó a refrescarse, ALERTA NÚMERO UNO; el tipo siempre se alistaba al último minuto y se tardaba mil horas en el baño, ¡¡¡MAS QUE YO!!! Pero bueno estoy muy exigente me dije, además apenas daban las nueve, aún era temprano.

Llegaron sus roommates, mis amigos y la pre-reunión se empezó a poner buenísima; nuestro anfitrión a.k.a. mi ex-crush finalmente salió del baño, se vistió y se unió a la plática, no sin antes servirse un plato que parecía traer su propia cadena volcánica encima, lo metió en el microondas y se dispuso a comer a la par mía, ALERTA NÚMERO DOS, es flaco pero come como un cerdo esperando ir al matadero; mientras yo llevaba casi dos horas en esa casa y nadie me había ofrecido ni un vaso de agua y no era que me hiciera falta, pero lo que si me hizo falta fue el gesto, ALERTA NÚMERO TRES.

A falta de la atención de mi flamante príncipe azul, como muchas veces hago cuando me desespera la situación, decidí tomar las riendas y levantarme “en casa ajena” y servirme; no es como que si no lo hiciera cuando llego a alguna casa de mis amigos, pero este lugar era nuevo para mi y no quería parecer entrometida. Ooooohh mi mama hubiese estado orgullosa de mi nivel de igualamiento jajaja. #laigualadamedicen

Y pues bueno, llegué al pantry de la cocina y a falta de un solo vaso limpio, me dispuse a lavar el que iba a usar, cuando de repente sentí una mano en mi hombro derecho, un plato sucio delante de mi y la voz casi surreal del tipo que me decía: “Aaaaaww estás lavando trastes? Dale ride a mi plato porfa"….En mi mente lo asesiné dos o tres veces; ¿Qué se creía? ¿Que yo era su mama y que iba a limpiar su desorden de niño mimado? Pppppffff no pude evitar soltar la carcajada y decirle: “Nop, no lavo trastes ni en mi casa, estoy lavando un vaso porque quiero tomar agua” ALERTA NÚMERO CUATRO y casi que alerta nacional, si hay algo que aprendí bien en mi casa es que cada quien limpia su desorden y que la regla es pareja para todos. ¿Habrase visto?

Ya que todos estuvimos listos y nos disponíamos a agarrar viaje, cada uno en su carro, porque yo soy de la idea que a donde vayás SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE que podás, andate en TU CARRO, así no dependés de si alguien se quiere ir o no, no tenés que esperar recorrido, si te sentís mal o querés ir a otro lado TE VAS, porque andás TU CARRO, pero a Mr. GreenPeace-incapaz-de-lavar-trastes, se le ocurre que es anti-ecológico llevar tantos carros y quiere que yo me vaya en el suyo con sus amigos o que ellos se vengan en mi carro, ¿Y que yo nací ayer? Excusa tonta para asegurar el agarre, pero me inventé otra excusa tonta e insistí en irme aparte, quedando como niña malcriada, pero no me importó.

Llegamos al barcito del cumpleaños y yo ya estaba un poco incómoda; por un lado estaba bien con mis amigos y por otro la acumulación de alertas y la presencia de este tipo me empezaba a molestar; decidí restarle importancia y disfrutar la noche; yo la estaba pasando bien, hablé con mucha gente y ni siquiera me acordé de la existencia del susodicho y creo que por un buen rato él tampoco se acordó de la mía, fue hasta que me vio hablando muy interesada de un chico que acababa de conocer que se acercó a matarme el rally, claro alguien más estaba jugando con su juguete (yo) sin su permiso.

Ya arruinado mi plan B con el chico nuevo y entradita la madrugada, un grupo más pequeño (Mi “date” incluido) decidimos juntarnos, pasar por una gasolinera y comer elegantísimamente en la tienda de conveniencia. ¿Quién no lo ha hecho? Entrar con los zapatos en la mano a las 3 de la mañana a pedir un combo #3 con papitas y gaseosa, para comer allí… pues siiiii lo pedimos y ya todos sentados empezamos a hablar, a reír y a hacer recuento de la noche hasta que sucedió lo inevitable, la gota que derramó el vaso de mi paciencia, el sujeto empezó a tomar papitas de MI BANDEJA, sin siquiera pedirme permiso, después que ni siquiera me invitó a comer en su casa, cuando no me dio ni un vaso de agua, cuando me ignoró toda la noche…EL MUY DESCARADO jajaja

Pues yo que no puedo, le di un pequeño zopapo en la mano, estilo el “pau-pau” que le hacen a los niños cuando se están portando mal y aparté mi canasta de papitas y se los juro que hasta entonces el muy !@#$%^&* hasta que lo reprendieron, entendió que me había molestado “por alguna razón”

¿Y cómo no molestarme? Si durante toda la noche me sentí como que interactuaba con un niño de 10 y no con un hombre en sus 30’s, pero supongo que en la vida todo es aprendizaje, que tenés que aprender que esa persona que una vez creíste perfecta no existe, que uno se lo inventa y que a veces te toca lidiar con niños malcriados.

Tal vez estoy siendo exagerada, pero una vez un amigo me dijo algo que he tomado como mantra, en esta mi loca y desastrosa vida amorosa y es que “A mis 30’s ya no pierdo el tiempo con alguien que sé que no me interesa”, así si acaso se le ocurre al tipo invitarme a salir nuevamente, si acaso un día llega como niño a preguntarme ¿Podés salir a jugar? Le diré con todo el gusto del mundo: -Lo siento, pero estás castigado. #Buajaja.


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