viernes, 30 de noviembre de 2012

Real embarrada


Ayer soñé con él…mierda.

Ayer soñé con él y está casado, doble mierda.

No es como que uno tenga control sobre sus sueños, pero ¿Por qué diablos soñé con él?, me siento mal, como si de verdad fuese la amante y ese sentimiento me agobia.

Ayer soñé con él y me pregunto ¿Qué pensaría su esposa, la que vive como escopeta de hacienda? Un momento…¿Qué me pasa? ¡Es su esposa! Si, su esposa; la recuerdo bien, era la de blanco el día de su boda. Si, a la boda que me invitó él por educación y que llegué para demostrar que tenía los ovarios bien puestos, de la que me fui antes de las doce para que no me viera llorar como Magdalena de pueblo, esa boda de la que salí huyendo para meterme en un bar con todo y vestido largo, una amiga que me acompañaba y la mirada de todos ahí que seguro creían que estábamos locas.

¿Por qué tengo que soñar con él un viernes cuando estoy de vacaciones, cuando tengo demasiado tiempo para sobre-analizarlo todo, debí soñar esto un lunes cualquiera y al día siguiente en medio del trajín del trabajo se me olvidaba, Dios ¿Por qué sueño con él cuando puedo soñar con Hugh Jackman que es un dios y además está soltero? ¿Por qué he de soñar con ese pálido mortal? No es como que ande soñando despierta con él, lo juro; ya ni me acuerdo de su existencia, desde que volvió a jalar con ella dejó de ser una posibilidad para mi y muchísimo más cuando se casaron; me resigné y cerré ese capítulo, estúpido sueño que revuelve el pasado.

Recuerdo como días antes de su boda la pasé muy mal, mis amigas se dividieron en dos equipos, las que me llevaron de borrachera y hasta despedida de soltera me hicieron (eso si, sin stripper… primero porque guacatela #odioalosstrippers y segundo porque con las cantidades masivas de alcohol era suficiente) y las que me ayudaron el día de la boda.

Todavía no entiendo porque soy tan masoquista y me lancé buena parte de la fiesta; ahhh… ya me acordé porque el muy desgraciado ¡Me invitó a la boda!, maldita su buena educación… y es que todavía en esos días estaba enamorada, embobada diría yo, de sus manías infantiles, de su innata caballerosidad y de su según yo, basta inteligencia; sin embargo hoy lo veo y ni siquiera encuentro estas cualidades molestas, si lo veo lo saludo, le pregunto por su familia y sonrío con sinceridad, porque de verdad me alegra que esté feliz y bajo ninguna circunstancia se me antoja estar con él, pero ayer mi cerebro se antojó a regresar a mis días de universidad ¿Será que tengo Alzeheimer juvenil?

Soy más feliz ahora y ni que me paguen quisiera regresar a esa época. Tal vez estoy exagerando, sólo fue un sueño; una pesadilla diría yo; como cuando soñás que vas corriendo tratando de escapar de alguien que te persigue o como cuando vas cayendo al vacío, si… eso es todo; un sueño y nada más, pero para esos sueños prefiero  --> veinte veces mi insomnio crónico.

Foto: GettyImages

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