sábado, 15 de septiembre de 2012

Independiente-Mente


Hoy mi país celebra 191 años de independencia y aunque nos liberamos de un régimen, de alguna u otra forma caemos en otros, este post no es de política, de hecho no me gusta hablar del tema, a pesar que crecí en una casa llena de ella, con una figura pública en la familia,  estuvimos llenos de noticias, de titulares en el periódico, de música de Silvio y Pablo, de retratos del Ché, de sueños de libertad y de revolución.

Heredé muchas cosas de mi padre, sus ojos chiquitos, su caminar a veces altivo, su dedo anular torcido, su carácter endiablado, su amor por la patria y por la libertad, pero no por la política…lo siento papá.

Hoy quiero hablarles no de política o de la patria, sino de otra independencia, algo que no tiene que ver con derecha o con izquierda; bueno… tal vez un poco con la izquierda, pero hablo de la izquierda que late, que se acelera y bombea sangre cuando algo le apasiona, hablo del corazón.

Hace 191 años nos declaramos independientes y hace 55 años votó por primera vez una mujer en Nicaragua, pero las mujeres ¿Somos realmente independientes?

“Que me las pegue, pero que no me deje” Es una frase con la cual a veces nos burlamos y reímos, pero es la realidad de muchas mujeres, subyugadas a maridos abusadores que temen dejar porque no saben que hacer para sobrevivir o porque en el peor de los casos creen que el maltrato es señal de amor.

Muchas no tienen golpes o cicatrices evidentes, porque el maltrato no es físico, sino psicológico, humillaciones públicas, gritos que las van haciendo cada vez más pequeñas por dentro, infidelidades, pero que por la sociedad, el que dirán o el miedo no logran liberarse.

Otras, han dejado todo por los hijos, porque si no es para criar monos, ¿Para qué sirven? Y no es que esté mal si es una decisión que tomaron ellas por su cuenta, no algo a lo que se ven obligadas.

He visto casos de muchas que luchan por su autonomía, que aún saliendo embarazadas hacen la lucha con el sueño, con los antojos, los mareos, las náuseas el exceso de hormonas y el stress normal del trabajo para continuar haciendo lo que les gusta y darles una mejor vida a sus hijos, para ellas mis respetos; sin embargo ¿Cómo ven algunas empresas a estas mujeres? Como no rentables; una vez escuché a un gerente de una empresa refiriéndose a una empleada precisamente con esas palabras “No es rentable”, porque la pobre  había salido embarazada dos veces en menos de 4 años.

Esa frase me hirvió la sangre… tal vez porque vengo de una larga línea de mujeres independientes, María Otilia, Etelvina y Zandra; mi bisabuela, abuela y madre respectivamente; las dos primeras a pesar de la sociedad y del que dirán decidieron dejar a sus maridos que no las trataban bien y sacar adelante a sus hijos, madres solteras por elección… y mi madre que tiene treinta y no sé cuantos años de estar con mi papa, pero que nunca perdió su identidad y su independencia; porque casarse y tener hijos no significa perderse; al contrario, es encontrarse con alguien que quiere compartir tu vida y ser tu par, que aunque no siempre comparte tus ideas, las respeta.

Tal vez por este matriarcado es que amo mi independencia y en nombre de ellas invito a mis amigas de 30’s ,de 40’s, de todas las edades, solteras y casadas…a valorar la suya; les recuerdo que ya sea en el trabajo, en una relación o en una amistad; la co-dependencia no es algo bueno, ya tenemos 191 años de independencia, es hora de practicar un poco de libertad.

Foto: Gettyimages

1 comentario:

Yalicita dijo...

Amén! Simplemente más que de acuerdo con lo que decís en tu entrada, yo tampoco heredé la vena política de mi padre :P